Maquinaria de hormigón pretensado: Uso de placas de hormigón en naves industriales

maquinaria de hormigón pretensado
Dentro de la gama de maquinaria de prefabricado de hormigón pretensado, Prensoland desarrolla la serie Tensyland, formado por un conjunto de equipos para la fabricación de pretensados de hormigón, cubriendo todas las fases del proceso, desde la preparación de las pistas en las que se fabrican las piezas, la fabricación o moldeado y su corte y extracción.

 

La tecnología Tensyland, puede fabricar innumerables tipos de pretensados según el molde que se utiliza, por lo que fabrica todo tipo de vigas y viguetas; y placas pretensadas de hormigón, con una altura de hasta 50 cm. El uso de este tipo de piezas se ha extendido considerablemente en todo tipo de obras arquitectónicas, gracias a sus grandes ventajas que tanto atañen a la durabilidad, como a los costes de producción.

 

Uno de los usos más extendidos de la placa de hormigón pretensada es en la fabricación de naves industriales, donde tras la construcción de una estructura de hormigón o metálica, formando los pilares y las vigas, la placa se puede utilizar como cerramiento, para lo que se suelen utilizar placas con espesores de 10, 12, 16 o 24 cm.; estos últimos formados por 2 capas exteriores de hormigón más una capa de porexpan de 10 cm., logrando un aislamiento térmico considerable, muy utilizado en naves ganaderas.

 

El ancho estándar es de 120 centímetros, aunque puedan hacerse de cualquier otro tamaño inferior, resolviendo las esquinas con piezas especiales. Los acabados estándar pueden ir desde el original fondo de la moldeadora, adecuado si se va a pintar la fachada, hasta con árido visto lavado y coloreado con diversos tonos, pasando por rastrillados de muy correcta apariencia y muy económicos.

 

Las placas pueden alojar huecos para ventanas y puertas, incluyéndose en obra el premarco o la ventana entera, si así se desea. También se pueden crear huecos grandes mediante perfiles metálicos. La colocación de las placas de hormigón puede ser en horizontal apaisado, cargando unos paneles sobre otros, para lo que se disponen juntas adecuadas; o bien en vertical, con un simple cajeado en cimentación a vigas riostra o canalón. Estos perfiles permiten la transmisión de fuerzas horizontales sin tomar ninguna fuerza vertical.

 

En casos en que se busca gran economía se pueden eliminar las vigas riostras de fachada y apoyar directamente las correas sobre el cerramiento colocado horizontalmente, pero esta solución dificulta las posibles ampliaciones de la nave o la sustitución de las fachadas que, en otro caso, es sencilla, por lo que no es de recomendar este ahorro.
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