El uso de pigmentos aporta un resultado sorprendente en el acabado final del producto. Éstos se utilizan en la fase de mezclado de la materia prima y hay diferentes variables que afectan el acabado de la mezcla pigmentada. En primer lugar, un elemento relevante a tener en cuenta es el tipo de pigmento a utilizar.
Los pigmentos inorgánicos y, más concretamente, los derivados de óxidos sintetizados, son especialmente adecuados, ya que poseen propiedades idóneas para la mezcla. Estos pigmentos son insolubles en agua y ácidos grasos, resistentes a la luz solar y a la intemperie, y fisiológicamente inocuos. Además, son pigmentos resistentes al cemento, compatibles con concreto y de color muy intenso. En definitiva, se trata de pigmentos que garantizan durabilidad, estabilidad de color y poder de teñido muy superior.
Los pigmentos se suelen utilizar en adoquines, bordillos, losas, etc., en productos prefabricados de hormigón que requieren un valor estético. Y éstos aportan muchos beneficios:
• Durabilidad del color: estudios de durabilidad han podido demostrar estabilidad en el color por más de 50 años, por lo que se reducen los gastos de mantenimiento y pintura.
• No pierde su calidad estructural.